Pasional

Al llegar frente a ti no me pude mover, me habías llamado dándome la dirección, pensar que apenas poco menos de un día habíamos dado por terminada nuestra relación y hace no más de dos horas que llamaste, «Necesito verte» dijiste llorando, te repetía que no, que la decisión estaba tomada y nada me haría cambiar de opinión.

Tu llanto era tan desesperado que recordé que aun te seguía amando y acepté ir al lugar donde estabas.

Abordé el autobús que me dejaría a unas tres cuadras del lugar citado, me senté hasta el fondo en un lugar vacío que estaba junto a la ventanilla, a la par que veía una gran cantidad de parejas pasear por la ciudad mientras se dirigían al parque o quizá por los hijos que estaban a punto de salir de la escuela, pensaba en nuestra relación fallida, no era el que no existiera más el amor entre nosotros, nunca se había presentado ningún tipo de infidelidad ni mucho menos golpes o cualquier tipo de maltrato en ella, simplemente, se había acabado, no existía más la «chispa» que nos había enamorado uno al otro y la rutina, que hoy en día forma parte de la definición de «vida», se había apoderado de nuestra relación sin percatarnos y por lo tanto nunca hicimos nada para evitarlo, de un momento a otro, 5 años de relación habían parado el conteo y las emociones aumentaron, que gran contradicción.Al comunicarte mi decisión y después de más de 3 horas de discutirlo, llegamos a un acuerdo y nos despedimos deseándonos lo mejor y reiterando el apoyo mutuo. No entendí el porqué de tu llamada, fue poco lo que me permitiste hablar y aun menos lo que pude preguntar, «aun te amo» pensé minutos después de colgar, no sé si fue lo mejor el terminar, pero sabía que era necesario y la decisión estaba tomada.

El autobús había llegado, aun si la ruta llegara exactamente al lugar donde me habías pedido fuera, la cantidad de gente que formaba una circunferencia alrededor de patrullas y una ambulancia no hubieran dejado pasar el transporte y de igual forma hubiera tenido que caminar. Al acercarme, sentí un gran estruendo en mi ser, la casa que correspondía a la dirección que me habías dado, estaba rodeada por una alfombra de casquillos y una camilla salía por la puerta, «¿qué hiciste?» , fue lo primero que pensé, recordé a mi amiga de la cual siempre tuve la sensación que por tu mente pasaba que entre ella y yo había algo más solo por el simple hecho de que trabajábamos en el mismo lugar y nuestras casas quedaban cerca, por lo cual ciertas veces nos trasladamos juntos, trate de acercarme más y fue entonces cuando te vi, el viento soplaba tan fuerte en ese momento que la sabana que cubría la camilla salió volando y todas las personas que estaban presentes gritaron, ahí estabas tú, no comprendía como era posible que hace unos cuantos minutos había hablado contigo y en estos momentos estabas muerta, las ganas de llorar eran tantas que mi cuerpo se bloqueó y no pude derramar ni una lagrima, como pude ser tan tonto como para no percatarme que el llanto y la forma en como hablabas mientras me llamaste, eran inusuales, debí darme cuenta que algo anda mal, pensé que ese tono bajo de voz se daba al llanto, jamás me lo perdonare, menos aún el haber pensado que un ser tan inocente y bello como tu hubiera sido capaz de hacer algo.

Semanas después me entere dadas las investigaciones que la policía realizo y tras la captura de las personas que te hicieron eso, que habías sido víctima de un secuestro, una señora que pasaba por la calle mientras te metían a esa casa de la cual sabias la dirección porque a unas cuadras estaba un salón al que acudías a bailar, llamo a la policía alertando de algo extraño en dicha dirección, en el momento en que ellos llegaron, los secuestradores estaba saliendo de la casa por lo cual se alteraron y momentos después se desato una balacera, los secuestradores confesaron que tuvieron que matarte por que les habías quitado un celular, se percataron de que hablabas con alguien y pensaron le habías dicho más.

Nunca me perdonare todo lo que sucedió ni el haber terminado contigo, si yo no hubiera tomado esa decisión, esto nunca habría pasado, yo no hubiera dejado que algo te sucediera, siempre había estado con la mira en protegerte por que te amaba, nunca supiste que yo me llegue a ese lugar aunque demasiado tarde, nunca me perdonare el no haberme dado cuenta de lo que pasaba para apurar mi paso y hacer algo más, como tampoco nunca me perdonare el no decirte una vez más «Te amo», pero, no te preocupes, esta carta la guardare en mis bolsillos como el tesoro más preciado asegurándome de que no pueda salirse y yo mismo al terminar de escribirla, me dirigiré a entregártela personalmente y te pediré me perdones por todo y así retomar nuestra relación.
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